Es aceptable que el bebé confunda el día con la noche, debido a que cuando estaba en el vientre materno no podía diferenciar claramente la claridad de la penumbra, el bebé necesitará regular su reloj interno y adaptarse al horario normal de las personas y que deberá seguir a lo largo de su vida.
Lo normal es que el bebé recién nacido duerma cada 3 a 4 horas periodos de hora y media a tres horas durante las 24 horas del día; luego de unas semanas dormirá cada 3 a 4 horas periodos un poco más cortos de hora y media a dos horas durante las 24 horas del día, y finalmente durante el día dormirá cada 3 a 4 horas periodos de hora y media a dos horas y por las noches irá saltando los periodos de vigila de la madrugada durmiendo 4 horas seguidas, conforme siga creciendo estos periodos de sueño nocturno se extenderán a 6 horas hasta lograr que duerman 10 a 12 horas seguidas durante la noche.
El único punto positivo del bebé que confunde el día con la noche es que el bebé ha demostrado que es capaz de dormir entre 3 a 6 horas seguidas, lo cual representa una ventaja para la familia puesto que cuando se logre invertir el horario del bebé, éste ya se encontrará en capacidad de descansar por las noches por lo menos esa cantidad de tiempo, siendo de gran alivio para los padres cansados.
Si usted desea que el bebé lo haga naturalmente, es posible pero será agotador para la persona que lo cuida, la cual tendrá que esperar varias semanas desvelándose noche tras noche hasta que el bebé regule su reloj interno.
Lo mejor es darle una ayuda al bebé, el objetivo es tratar de mantenerlo despierto durante el día y hacerlo dormir durante la noche.
Fuente:Mujeractiva
