La diarrea es una enfermedad que se caracteriza por el aumento del número de veces que el niño evacua. Las heces pueden ser blandas, líquida o semi-líquida. Puede que el niño presente fiebre o vómitos.
Causas de la diarrea en los niños y bebés
La mayoría de las causas en los niños es por virus, aunque existen otras causas. Los niños con diarrea viral se "sienten mal". La diarrea en niños y bebés tiene numerosas causas entre las cuales están las enfermedades, infecciones, sensibilidad a los alimentos, antibióticos y el consumo excesivo de frutas o jugos de frutas. Lo que come o bebe un niño también puede empeorar la diarrea. Algunos tipos de diarrea pueden aliviarse con cambios en la dieta.
Tratamiento y prevención de la diarrea en los niños y bebés
El peligro de la diarrea es la deshidratación. El niño no debe dejar de comer. No suspenda la leche materna y suministre al niño suero oral cada medica hora. El suero casero es mas que recomendable: para cada litro de agua hervido y reposada, añada 8 cucharadas rasas de azúcar y 1 cucharadita de sal.
La prevención es muy importante. Lave bien los alimentos, lave siempre las manos antes de manipular los alimentos, hierva los chupetes y mantenga el cubo de basura siempre tapado. Si el niño es menor de seis meses y presenta sangre en las heces, vómito frecuente, dolor abdominal, llanto sin lágrimas, pierda del apetito por líquidos, fiebre alta, mas de 3 evacuaciones al día, pérdida de peso, y sed extrema, acuda al médico rápidamente.
En general, se recomienda seguir suministrando los alimentos normalmente. Anteriormente se aconsejaba como tratamiento dejar descansar los intestinos, pero la teoría actual sugiere que se continúe con la alimentación, ya que así la diarrea será más fácil de tratar. La mayoría de los niños pueden reponer los nutrientes que pierden por la diarrea si aumentan la cantidad de comida ingerida.
En los bebés, se debe continuar siempre con la alimentación materna o con fórmula
Muchos niños desarrollan intolerancia a la lactosa en forma leve y temporal. Continuar con productos lácteos puede prolongar la diarrea, pero también puede permitir un regreso más temprano a la dieta normal. Los bebés que estén consumiendo alimentos sólidos pueden continuar haciéndolo, siempre que puedan comerlos sin vomitarlos.
El apetito normal es, muchas veces, el último comportamiento en normalizarse después de una enfermedad y los niños deben tener la oportunidad de retomar, sin prisa, sus hábitos alimenticios normales. No hay una dieta específica que se recomienda para combatir la diarrea, pero los niños suelen tolerar mejor las comidas blandas. Los alimentos ricos en fibras, como los almidones, las frutas y las verduras, ayudan a producir heces más firmes. Los jugos de frutas pueden producir heces menos consistentes.
El consumo de líquidos es muy importante, porque un niño con diarrea se deshidrata fácilmente. La deshidratación es una afección grave en los bebés y en los niños. Hay que reponer los líquidos perdidos. Excepto en los niños más gravamente deshidratados o en los que no pueden beber sin vomitar, los niños pueden reponer los líquidos (rehidratarse) bebiendo.
Para la mayoría de los niños, cualquier líquido al que están acostumbrados es adecuado. Beber demasiada agua sola, a cualquier edad, puede ser dañino porque el agua no contiene azúcares ni electrolitos importantes, como el sodio. Entre las soluciones diseñadas para la rehidratación están las sales de rehidratación oral de la Organización Mundial de la Salud y Rehydralyte. Otros productos, como Pedialyte e Infalyte, pueden ayudar a mantener la hidratación en un niño y a evitar la deshidratación. Algunas de estas soluciones están disponibles en los supermercados y farmacias y se venden sin receta, aunque debe consultar con su médico antes de usarlos en lactantes.
Las paletas y las gelatinas pueden ser fuentes excelentes de líquidos transparentes, especialmente si el niño está vomitando. Así se puede administrar cantidades sorprendentes de líquidos al niño, pero lentamente, sin llenar demasiado el estómago. Esto es especialmente importante si el estómago ya se encuentra irritado por una infección.
Para la mayoría de los niños, es suficiente beber más líquidos, pero ocasionalmente es necesario administrar líquidos por vía intravenosa (i.v.). Los líquidos administrados por vía i.v. también corrigen más rápido la deshidratación.
Para algunos niños, retornar a su dieta anterior puede llevar a una repetición de la diarrea. Esto generalmente se debe a pequeñas dificultades del intestino para absorber los alimentos normales. Este tipo de diarrea puede tener características diferentes de las de la diarrea que se presentó con la enfermedad en sí y también dura poco y no requiere tratamiento, siempre que no hayan otros síntomas.
La diarrea causada por antibióticos puede reducirse dando al niño yogur elaborado a base de cultivos activos vivos (se indicará su presencia en el envase). Si la diarrea persiste, consulte con su médico el posible cambio o suspensión del antibiótico. No se debe suspender el tratamiento antibiótico sin consultar con el médico de su niño.
Cuando de debe llamar al médico con un bebé o niño deshidratado
La diarrea es grave o dura más de 2 ó 3 días.
La diarrea contiene sangre o mocosidad.
La diarrea recurre una y otra vez o el niño está perdiendo peso.
El niño tiene signos de deshidratación (llame inmediatamente).
La diarrea está acompañada por múltiples episodios de vómitos, fiebre o cólicos abdominales.
La diarrea se presenta en la semana después de haber viajado fuera de Estados Unidos o después de una salida de campo (la diarrea puede ser causada por bacterias o parásitos y puede requerir tratamiento).
El médico puede recetar medicamentos para ayudar a controlar la diarrea. Los medicamentos antidiarréicos de venta libre pueden ser ineficaces o potencialmente peligrosos. Consulte con su médico antes de usar antidiarréicos de venta libre.
Fuente:infantil