miércoles, 24 de agosto de 2011

La otitis en bebés y niños

Una otitis es una inflamación de alguna parte del oído.









Si afecta al conducto auditivo externo decimos que es una otitis externa.

Si afecta a la parte por dentro del tímpano es una otitis media.

Puede haber o no una infección como causa.


Es más grave si se acumula líquido o pus en el interior del oído (otitis serosas o supuradas).





¿Se puede complicar?





Las otitis externas son raras en bebés. Afectan más a niños mayorcitos.

La causa puede ser simplemente que quede agua del baño dentro del conducto del oído e irrite la piel. O bien que se infecte la raíz de uno de los pelillos de la piel de esa zona.

Las otitis medias se producen cuando aumenta la presión dentro del oído medio. Y esto sucede en muchas circunstancias diferentes como por ejemplo:

Cuando el bebé está resfriado, porque se inflaman las mucosas, y la trompa de Eustaquio se obstruye (un pequeño conducto que comunica la garganta con el oído medio).

Cuando pasa moco a través de la trompa de Eustaquio al oído medio.


Cuando un bebé acostumbra a tomar los biberones muy tumbado, un poco de la leche puede pasar por la trompa de Eustaquio y producir inflamación.

Los bebés que van a guarderías tienen más posibilidades de tener otitis pues suelen tener muchos resfriados.





¿Cómo se manifiesta?

Los bebés que sufren de otitis pueden demostrar dolor más o menos intenso. Quizá lloren mucho, quizá poco, pero estarán inquietos e irritables.





Los bebés no suelen ser capaces de señalar el lugar del dolor.





Muchos bebés se frotan las orejas o se tiran de ellas cuando están inquietos, o tienen sueño. Es raro que lo hagan por dolor, puesto que si se tocan , les duele más.






Puede haber más o menos fiebre. En general poca al principio y más si hay infección verdadera o se complica.





Puede ocurrir que el bebé tenga síntomas sin relación aparente, como vómitos, inapetencia...





En ocasiones, puede perforarse el tímpano y salir líquido o pus del interior del oído.

¿Qué tenemos que hacer?

El dolor se puede aliviar con paños calientes y algún analgésico (paracetamol, por ejemplo).






Conviene limpiar las secreciones de la nariz del bebé, utilizando suero salino fisiológico, para que no haya moco obstruyendo la trompa de Eustaquio.





No debe poner gotas en el interior del oído sin consultar antes a su pediatra. El tímpano es impermeable y no harán mucho efecto. Por otra parte, si el médico quiere ver el tímpano, las gotas pueden impedirlo.





El 80% de las otitis se resuelven sin necesidad de administrar antibióticos.





Si persiste el dolor, o aparece fiebre, se debe consultar al pediatra, quien, después de valorar el aspecto general del niño y mirar el interior del conducto auditivo externo, les indicará si hace falta otra medicación.






Si les recomiendan antibióticos, es mejor una tanda larga que corta.





¿Se puede complicar?

Una complicación frecuente es la perforación del tímpano, si se acumula pus en el interior del oído medio. Por lo general, esas perforaciones se cierran solas. El médico lo confirmará en la siguiente revisión.





Algunos bebés y niños que tienen infecciones repetidas de los oídos pueden llegar a perder audición.





Si sospecha que el bebé oye mal, solicite una revisión al otorrino. Hay diferentes técnicas para explorar la audición adaptadas a la edad de los bebés.


















Fuente:Elbebé
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