La nueva corriente de no vacunar a los niños es un motivo de preocupación, que está empezando a causar alarma social, debido a los escalofriantes datos a los que nos enfrentamos. Así, por ejemplo, España, que solo sufrió dos casos de sarampión en 2004, acumula más de 1.300 en lo que va de año, cinco veces más que en todo 2010.
Los motivos que impulsan a los padres a no vacunar a los niños son muchísimos, tantos que han llevado al pediatra Carlos González a escribir un libro. El pediatra Carlos González, autor de En defensa de la vacunación. Protege la salud de tu hijo, aseguraba que lo que puede ocurrir en una sociedad cuando se deja de vacunar a los niños es que "volverán enfermedades que ahora ya tenemos olvidadas. Ya ha ocurrido en varios países en los que la cobertura vacunal había disminuido, sobre todo, por la propaganda antivacunas. En décadas recientes ha habido epidemias de tos ferina en Inglaterra, Suecia, Alemania y Japón, de sarampión en Holanda y Alemania, de difteria en Rusia y otros países ex-soviéticos, por poner algunos ejemplos. Las mentiras de los antivacunas no son mentiras inocentes; causan sufrimiento y muerte".
Los padres que secundan la moda de no vacunar a los niños no pertenecen a un sector marginal de la sociedad, al contrario son familias con formación, cuyo estilo de vida ecologista o naturista entra en conflicto con la administración de vacunas a sus hijos porque estas sustancias forman parte de la industria farmacéutica.
¿Por qué se debe vacunar a los niños?
Las vacunas protegen contra enfermedades importantes que pueden ser potencialmente graves para los niños. Así, el rebrote de sarampión ha puesto en guardia a las autoridades de gran parte del continente porque en Francia han muerto seis personas y más de 300 han sufrido neumonías graves entre los más de 5.000 afectados.
Para frenar la transmisión de los virus que se pueden controlar con vacunas, los expertos aseguran que es necesaria que la cobertura vacunal esté presente en, al menos, el 95 por ciento de la población infantil. Sin embargo, los datos revelan, que aunque la cobertura de la primera dosis es elevada en España, baja hasta el 87 por ciento en Andalucía, hasta el 83 por ciento en Madrid y hasta el 92 por ciento en Cataluña, en la segunda dosis.
Fuente:guiainfantil
